El día que entré a Tiféret por primera vez supe que estaba en casa. Y así lo voy confirmando en cada encuentro, cada abrazo.

Llegué al templo hace cinco años como consultante, dejándome sostener por la casa árbol. Tanto nos abrazamos que hoy facilito talleres de Psicogenealogía e iniciaciones en Registros Akáshicos y formo parte del Equipo de Comunicación. Me siento bendecida de formar parte de esta familia del corazón, que me enseña día a día que se puede caminar en equipo, empatía y amorosidad.

 

Amo lo que hago. Me apasiona muchísimo acompañar a las personas a reencontrarse con su verdadera esencia y libertad. En este momento brindo procesos individuales y grupales con el árbol genealógico y lecturas e iniciaciones en Registros Akáshicos.

Tengo un proyecto al que elegí nombrar Humana Árbol, que apunta a recuperar la naturaleza y la libertad de la esencia. Reconocernos humanos, árboles, y llevarnos al bosque, universo colectivo que pulsa por la unidad.